Todavía existe la creencia de que, al desarrollar una web, lo más importante es el diseño. Sin embargo, una página bien diseñada no logrará un buen posicionamiento en Google ni que los usuarios se interesen en los productos o servicios que en la misma se ofrece si no hay un buen contenido web. Por eso al desarrollar una Web invertimos tiempo y experiencia para que el contenido sea el más adecuado y el diseño fácil e intuitivo.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la gente no va a visitar una web y plantearse contratar servicios o comprar productos si no es por el contenido que se ofrece y cómo está presentado. Y si no se plantea eso, mucho menos compartirá sus contenidos en redes sociales, por medio de links en otras webs o incluso la recomendaría boca-oreja. Muchas veces encontramos diseños complicados para la navegación y lo peor con poco contenido o contenido que no satisface. En estos casos los usuarios irán a otra web que sí les ofrezca lo que andan buscando.
El contenido web marca la diferencia entre dos empresas que compiten por la venta o oferta de los mismos productos o servicios. Siempre se puede explicar algo mejor (por escrito, con mejores imágenes que la competencia), desde las ventajas de un producto o el proceso de compra, hasta ofrecer consejo experto o curiosidades.